El abogado de la familia Kadgien entregó este miércoles al Ministerio Público Fiscal la pintura “Retrato de una dama”, la obra robada por un jerarca nazi durante la Segunda Guerra Mundial que se encuentra en Mar del Plata, pero que había desaparecido la semana pasada. En conferencia de prensa, el titular de la Unidad Fiscal Mar del Plata, Daniel Adler, afirmó que “el caso sigue su curso” y que “mañana –por el jueves– es la audiencia de formalización”. Patricia Kadgien –hija del alto mando nazi Kadgien– y su esposo se encuentran con arresto domiciliario desde el lunes por entorpecer la investigación.
La entrega de la obra del artista italiano Giuseppe Ghislandi “Retrato de una dama” se dio luego de una serie de allanamientos durante el lunes y el martes en distintos domicilios de los descendientes de Kadgien, en los que se encontraron otros cuadros y grabados que serán analizados por peritos para determinar si forman parte del catálogo de obras de arte robadas por el nazismo. Estos allanamientos se realizaron por orden del fiscal Carlos Martínez, a cargo del Área de Atención Inicial de la Unidad Fiscal Mar del Plata, en una casa del barrio Parque Luro –a pocos metros de la casa en la que el periodista neerlandés Peter Schouten ubicó el cuadro robado–, otra en La Florida y el último en un departamento del centro de la ciudad balnearia.
La conferencia de prensa se realizó con “Retrato de una dama” colgado detrás del fiscal federal Adler, quien estuvo acompañado por el abogado de Patricia Kadgien, Carlos Murias, y por los peritos especializados en obras artísticas Ariel Bassano y Machi Fortunato. Bassano señaló que la pintura de Ghislandi “está en buen estado de conservación por los años que tiene, ya que es de 1710”.
También estimó que su valor puede estar en torno a los 50 mil dólares: “se puede entrar a las páginas de subastas y un cuadro de este artista está, el más barato, en 30 mil dólares, y el más costoso en 70 mil. Pero esa es la base. Se han vendido hasta por 180 mil dólares. Pero además por algún motivo histórico puede ser que la pieza adquiera un valor. También tiene que ver su estado de conservación, la colección a la que pertenece, el tamaño de la obra. El tamaño de un cuadro termina teniendo una repercusión en el mercado”, explicó. La obra será guardada en una habitación especial, expuesta a la temperatura y luz adecuada, para que no se deteriore, precisaron desde la fiscalía.
El periodista neerlandés Peter Schouten, corresponsal del diario Algemeen Dagblad (AD), fue quien descubrió que la pintura buscada desde hace ochenta años en los Países Bajos se encontraba en Mar del Plata. AD no tardó en hacerse eco de la noticia este jueves: desde el portal informaron que los herederos de Jacques Goudstikker –el coleccionista judío que era dueño de la pintura antes de que se la apropiaran los nazis– presentarán un reclamo por escrito a la familia Kadgien para recuperar la obra.
Marei von Saher, que vive en Estados Unidos, dijo a principios de esta semana que le resultaba sorprendente que la familia Kadgien ocultara la pintura, según indicaron en AD. “Es increíble que en 2025 la gente siga haciendo esto con obras de arte robadas, cuya conexión con el Holocausto es tan evidente”, señaló la heredera legítima.
La causa comenzó cuando Schouten vio una foto de la pintura en la publicación de una inmobiliaria, por la venta del chalet de Patricia Kadgien en la calle Padre Cardiel al 4100, del barrio Parque Luro de Mar del Plata. El primer allanamiento se realizó el martes de la semana pasada, pero el personal de la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales Mar del Plata y del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol no encontró el cuadro. El proceso judicial se inició a partir de una denuncia de Arca Aduana por el presunto delito de encubrimiento de contrabando. Patricia Kadgien y su esposo fueron detenidos con arresto domiciliario este lunes. La pintura apareció recién este miércoles, en manos del abogado de la familia Kadgien.
Patricia es una de las hijas de Friedrich Kadgien, miembro de las SS y mano derecha del criminal de guerra nazi Hermann Göring. Durante la Segunda Guerra dirigió un departamento que se ocupaba de la venta de acciones y valores expropiados por el régimen nazi a través de bancos suizos. Tras la derrota nazi en 1945, se escapó primero a Suiza, luego a Brasil y finalmente a Argentina.
“Retrato de una dama” de Ghislandi formaba parte de la colección de más de 1300 obras del coleccionista y comerciante de arte judío de Ámsterdam Goudstikker, que murió mientras escapaba de Países Bajos luego de la ocupación nazi. Muchas de las obras que eran de su colección forman parte de las listas de obras de arte desaparecidas de los Países Bajos.
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