Con gusto a poco quedaron familiares y organizaciones sociales que acompañan desde hace una década y media el reclamo de la familia de Daniel Solano tras conocer el veredicto del Tribunal de Juicio de Roca en el juicio Solano II, que analizó nuevas responsabilidades en torno a la desaparición y muerte del salteño Daniel Solano, ocurrida en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011. Los jueces resolvieron que el policía Walter Etchegaray fue hallado culpable por el delito de vejaciones, aunque lo declararon «no culpable» como partícipe necesario en el homicidio agravado del trabajador golondrina. En tanto, los policías Cristian Toledo y Ceferino Muñoz también fueron declarados «no culpables» de los cargos de encubrimiento agravado e incumplimiento de deberes de funcionario público. En diálogo con Página12, el abogado querellante Leandro Aparicio anticipó que apelarán esta sentencia y ratificó que trasladarán el caso a Salta. «Todos los policías que participaron deberían ser acusados de desaparición forzada», dijo en referencia al traslado de jurisdicción que propiciarán con su colega, Sergio Heredia.
«Les dimos la última oportunidad a estos señores, los autores ideológicos, los dueños de Macuba y los encubridores, de decir dónde está el cuerpo de Daniel Solano; el delito de desaparición forzada de persona no prescribe, es de lesa humanidad y de ejecución continua, de modo van a tener que venir a Tartagal a rendir cuentas, se les acabó el tiempo, no han entregado el cuerpo para que pueda ser sepultado con su papá, Gualberto, se les acabó la impunidad, tenemos los documentos y 22 causas conexas», expresó Heredia. «Un montón de testigos cambiaron su vida para decir la verdad, y otros viven aterrados porque la policía es una corporación», agregó.
El letrado destacó que Solano fue víctima de trata de persona para explotación laboral, un delito que empezó a cometerse en Salta, y destacó que el fallo ratificó que Etchegaray entregó a Solano a los otros policías. Durante este jucio un testigo declaró que vió cuando policías encapuchados en una camioneta Trafic con una mujer depositaron un cuerpo sobre el hormigón en un puente en construcción de Choele Choel. «Cuando los jueces escucharon esto no se les movió ni un pelo, de modo que así el cuerpo de Solano nunca va a aparecer», lamentó el abogado que representa a Manuel, Dalila y Xiomara Solano.
La decisión del Tribunal, integrado por los jueces Alejandro Pellizzón, Maximiliano Camarda y Natalia González, fue tomada por unanimidad. Ahora se abrirá una nueva instancia de juicio de cesura, en la que se fijará el monto de la pena que deberá cumplir Etchegaray. La resolución se conoció luego de un debate que se extendió entre el 22 y el 29 de septiembre y que incluyó alegatos de la Fiscalía, la querella y las defensas. Según explicó el juez Camarda al dar lectura al veredicto, la prueba presentada en juicio no fue suficiente para responsabilizar a Toledo y Muñoz de los delitos imputados.
El Tribunal consideró que la acusación contra Toledo y Muñoz se basó en “suposiciones carentes de sustento probatorio” y en un análisis parcial de testimonios. Camarda señaló: “Una cosa es alegar y otra muy distinta es probar”. Respecto de Etchegaray, se desestimó su participación necesaria en el homicidio agravado de Solano por no acreditarse el dolo en su conducta. Sin embargo, el Tribunal sí lo declaró culpable de vejaciones, en base a testimonios y pruebas que demostraron el trato violento hacia la víctima en el interior del boliche Macuba la madrugada del 5 de noviembre de 2011.
Estos tres policías de Río Negro, además de los siete que ya fueron condenados en 2018 por la desaparición forzada de Solano, realizaban adicionales de seguridad en el local bailable nocturno y el joven de origen guaraní habría sido marcado porque estaba intentando organizarse con los demás trabajadores golondrina contra una estafa de la que fueron víctimas por parte de la empresa Expofrut. A pesar de los indicios sobre su destino, algunos ventilados en el juicio que terminó ayer, su cuerpo nunca fue encontrado. Su padre Gualberto Solano llegó a encadenarse y a acampar frente a Tribunales para exigir la aparición con vida de Daniel, y la condena a los responsables.
Sonreír con lágrimas
«Todo lo que paso hoy no nos detiene, nos hace más fuertes», expresó Romina Solano, prima de Daniel. «Los tres policías fueron y son responsables absolutos, aunque para el Tribunal no fueron suficiente las pruebas presentadas, las testimoniales de quienes fueron testigos oculares del hecho de apremio ilegal, de vejación, de encubrimiento de un asesinato». Esta mujer, que acampó frente a Tribunales exigiendo justicia, agrego: «La Justicia hoy los absuelve pero la sociedad no olvidará esos rostros, ellos fueron vistos la madrugada del 5 de noviembre de 2011 sacando y maltratando a Daniel Solano».
Para ella, no cumplieron su deber como funcionarios públicos, por el contrario, ejercieron abuso de poder ante un ser que no podía defenderse. «Nada nos detiene, no es una derrota porque hemos aprendido a vivir de la manera en que ustedes asesinos nos dejaron, derrotados desde aquel día», en que el trabajador golondrina desapareció. «Pero las fuerzas la tenemos intactas, aprendimos a vivir sonriendo con los ojos llenos de lágrimas». La prima de Daniel Solano agradeció «a nuestros abogados Leandro Aparicio y Sergio Alejandro Heredia por el incansable trabajo durante todos éstos años, sabemos el gran sacrificio que hicieron por llevar adelante la causa que hicieron propia, siendo ya parte de la familia, estamos agradecidos por su entrega tan humana, por acompañar a tío Gualberto aquellos años, por cada palabra de aliento que le dieron».
Todas las audiencias del juicio fueron transmitidas por Radio Zona Libre, de la agrupación de Familiares y Amigos de Luciano Arruga.
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