En su primera aparición por los puntos tras ser confirmado como parte de la Fórmula 1 para 2026, el argentino Franco Colapinto estuvo lejos de su actuación soñada en la sprint de este sábado en San Pablo: en una carrera que tuvo mucho de accidentada y difícil, el pilarense atacó un pianito a toda velocidad y perdió el control de su Alpine cuando giraba en la quinta vuelta, golpeándose fuertemente contra los muros de contención del circuito brasileño y quedando fuera de competencia. En esa misma curva -la tres-, apenas unos segundos antes, lo mismo les había sucedido al australiano Oscar Piastri, quien tampoco pudo continuar, y al experimentado Nico Hulkenberg. Quienes estuvieron muy finos sobre la complicada pista brasileña en la competencia a 24 giros fueron el líder del campeonato Lando Norris y el italiano Kimi Antonelli, que pelearon hasta el final aunque finalmente el de McLaren cruzó la bandera a cuadros a los 53m25s928 y se llevó la victoria en la mini-prueba y valiosos ocho puntos para escaparse aún más de su compañero de escudería. George Russell, el otro piloto de Mercedes, completó el podio en San Pablo.
Colapinto había tenido una buena largada: tras partir 16° con neumáticos medios, adelantó dos posiciones y ya en el primer giro se ubicaba 14°. Desafortunadamente para él, solo cuatro vueltas después llegó el incidente que marcó la carrera: Piastri se despistó tras pisar aquel pianito y, enseguida lo siguieron Hulkenberg y el pilarense tras encarar la misma elevación. “Norris golpeó el piano y mucha agua entró en la línea de carrera”, exclamó vía radio Antonelli, explicando de algún modo la escena, que culminó con una bandera roja y la interrupción de la sprint por un cuarto de hora.
Aunque el australiano fue quizás el más afectado por la situación -con su monoplaza dañado, quedó sin chances de sumar algún punto para pelearle la punta a su compañero de McLaren-, la desazón en la voz del piloto nacional al confirmar que estaba bien y pedir perdón dejaron en claro su propia tristeza al despistarse en el mismo lugar donde se había accidentado el año pasado. “Estábamos rindiendo bastante bien en la sprint, a pesar de las difíciles condiciones, pero uno de los autos que iba delante levantó agua, lo que afectó a varios y provocó un efecto bola de nieve. En cuanto toqué la pintura, perdí el control del auto, lo cual fue una lástima, ya que estábamos dando buenas batallas y estábamos bastante competitivos”, explicó luego Colapinto.
Aunque no hubo demasiado movimiento sobre la pista tras la reanudación -que se efectuó en movimiento y no con la emoción y el vértigo de una partida detenida-, la sprint tenía reservada aún una escena de las más feas que entregó la Fórmula 1 este año. En el último giro, Gabriel Bortoleto, figura local de esta 21ª fecha, perdió el control de su Kick Sauber y se estrelló contra los muros a tal velocidad que su monoplaza rebotó y volvió a la pista, escapando de milagro de ser embestido por otro auto que venía girando detrás suyo. La confirmación de parte del brasileño de que se encontraba bien -salió del auto y caminó por sus propios medios- alivió al paddock tras el accidente más temible que entregó la Máxima este año, pero el piloto paulista no pudo ser parte de la clasificación por los graves daños que sufrió su auto. Al igual que en el golpazo de Jack Dohaan en Suzuka, Bortoleto encaró aquella curva sin haber desactivado el DRS. Tras saberlos bien, la hoja se da vuelta y los dos sudamericanos del Gran Circo, que volaron hasta San Pablo con la ilusión de competir y brillar en la cita más cercana a los suyos de todo el calendario, pueden sonreír con una buena noticia: el Gran Premio de este domingo tendrán otra oportunidad.
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