Golpe de muerte

Santiago Budini (22), acusado de matar a golpes a Federico Toledo (20) el sábado en un boliche de Tucumán, seguirá detenido con prisión preventiva. La Justicia teme que si está en libertad se fugue o entorpezca la investigación, ya que todavía no declararon algunas personas.

Toledo salió con cuatro amigos al boliche Howards y en una plazoleta cercana había discutido con Budini, que estaba acompañado de un amigo. Según los primeros testimonios, la víctima recibió un golpe en la cara que hizo que cayera al suelo y golpeara su cabeza contra una parada de colectivos. Los testigos dijeron que Budini, lejos de arrepentirse o afligirse por el estado de Toledo, se habría burlado. «A ver si ahora le soplan el culo para revivirlo a ese», habría gritado con sorna.

La autopsia confirmó que las lesiones que desencadenaron su muerte fueron un traumatismo encefalocraneano grave y una hemorragia subaracnoide, producto directo del golpe y no de la caída. La fiscal auxiliar Luz Becerra detalló que Budini sabía boxeo, taekwondo y artes marciales mixtas. Además, agregó que tenía antecedentes de violencia en boliches y había amenazado a la actual pareja de una exnovia.

Audiencia

Los peritos trabajaron en el lugar para recolectar pruebas. El amigo de Budini lo identificó ante la policía y aportó datos claves para su detención en Las Talitas –localidad de la capital tucumana–, luego de que el presunto victimario decidiera fugarse. La intención de fugarse también fue tomada en cuenta por la fiscal auxiliar como agravante.

El lunes, luego de la detención del acusado, se realizó la audiencia donde se lo imputó de «homicidio simple con dolo eventual» y de «tentativa de homicidio», ya que uno de los amigos de Toledo también habría sido atacado. La querella –a cargo de Nicolás Sotelo– solicitó que la carátula se modifique a «homicidio agravado por alevosía» y que Budini sea trasladado a un penal común–el de Villa Urquiza o el de Benjamín Paz– porque podría tener un trato preferencial por ser hijo de un policía.

Prisión preventiva

En este contexto, el fiscal Carlos Sale solicitó prisión preventiva para Budini por tres meses. «Hay testigos que ya han declarado y otros que no. Se necesita que esos testimonios estén asegurados y evitar un amedrentamiento o alguna cuestión referida a poder modificar la declaración en algún punto. Deben hacerlo con tranquilidad y esto se tiene que resguardar hasta el momento del debate», explicó Becerra.

La defensa –a cargo de Ernesto García Biagosch y José María Molina– no cuestionó la imputación ni la prisión preventiva, pero sí se opuso al plazo de la prisión preventiva porque faltarían «pericias clave». De todas formas, la Justicia dejó firme el plazo.

Budini se mostró arrepentido en la audiencia y pidió perdón a la familia de Toledo: «Ojalá pudiera cambiar mi vida por la de Federico para que estuviera aquí». Sin embargo, la familia del fallecido «no le creyó nada» y destacó que luego del golpe, se burló.