El brusco enfriamiento en la actividad económica en el primer trimestre del año produjo una caída de 655.000 puestos de trabajo respecto al trimestre anterior. La mayor caída se verificó entre los
asalariados no registrados, que sólo en un trimestre se redujeron en 347.000 y explicaron más de la mitad de
la pérdida total de puestos de trabajo. Mientras tanto, los asalariados registrados, que venían creciendo de forma sostenida tras el impacto relativamente menor que sufrieron durante la pandemia, tuvieron en este trimestre una disminución de casi 100.000 puestos.
«En una economía que ya mostraba signos
negativos desde septiembre de 2023, la recesión se profundizó debido a las medidas implementadas por el
nuevo gobierno, especialmente la fuerte devaluación de la moneda y el drástico recorte en el gasto público», asegura el último informe que analiza el mercado laboral del centro de estudios de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) CIFRA.
La actividad económica sufrió una importante caída en el primer trimestre del año, de 5,1 por ciento interanual y 2,6 por ciento respecto al trimestre anterior. El nivel de empleo, que había logrado desacoplarse de la caída del PIB en 2023, mostró en 2024 un
retroceso incluso mayor que el de la actividad económica. La caída, explicada principalmente por el mal desempeño en las
actividades más mano de obra intensivas, como la construcción y varios sectores de la industria, hubiese sido aún mayor
de no ser por el crecimiento de los sectores
primarios, especialmente el agro, que contrastó
con el desempeño negativo del año previo
producto de la sequía.
Mención aparte merece la construcción, el sector donde se verificó el
mayor retroceso: el número de asalariados cayó
más de 64.000 entre noviembre de 2023 y mayo
de 2024, lo que representa una disminución del
14,6 por ciento y explica más de la mitad del declive
global. «La suspensión de la obra pública aparece
como el factor más relevante para explicar este
desempeño», sintetiza el centro de Estudios.
Por relación contractual
Al hacer doble click en los puestos laborales perdidos, la mayor caída se verificó entre los
asalariados no registrados, que explicaron
más de la mitad de los 655.000 puestos de trabajo perdidos en el trimestre. «En contextos recesivos, los asalariados no registrados suelen ser los primeros en
perder su trabajo, aunque dada la magnitud de
la crisis, el retroceso alcanzó a todas las
categorías», asegura CIFRA. Los puestos no asalariados, que están
constituidos fundamentalmente por trabajadores por cuenta propia se redujeron en 209.400.
«El empleo registrado en relación de dependencia
fue fuertemente afectado en los meses transcurridos desde el gobierno de J. Milei, situación
que contrasta claramente con los años previos», observa CIFRA. Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024
(último dato disponible), el número de
asalariados registrados se redujo en 175.700, lo
que representa una caía del 1,7 por ciento. La pérdida
estuvo especialmente concentrada en el sector
privado, donde la disminución fue de 123.100,
con una tasa negativa de 1,9 por ciento.
En el sector público, entre esos mismos meses, se registró una baja de 36.900 asalariados registrados, principalmente debido a despidos y finalización de contratos en la Administración Pública Nacional, que superaron los 20.000, según el informe de Dotación de Personal de la APN realizado por el INDEC. La cantidad de trabajadores independientes
inscriptos como monotributistas sociales, con
una reducción de 38.300, tuvo la mayor caída en
términos relativos (-6 por ciento); mientras que los
inscriptos como monotributistas continuaron
con la tendencia alcista que muestran en los
últimos años.
Por género
En términos de género, se observa que en el
caso de los varones es sustantivamente mayor la
caída en la tasa de empleo en el primer trimestre de
2024, tanto respecto del trimestre previo como
del mismo trimestre de 2023. Esta reducción
ocurre para distintos grupos de edad. Mientras
que en el 1° trimestre de 2023 la tasa de empleo
era de 66,5 por ciento, en el mismo trimestre de 2024
arrojó un valor de 64,5 por ciento.
En el caso de las mujeres, la reducción en la tasa
de empleo ocurrió entre las jóvenes hasta 29
años pero no para quienes conforman el grupo
que supera esa edad, es decir que no fue
generalizada. En el primer trimestre del presente año, la tasa de
desocupación alcanzó el 8,4 por ciento para las mujeres y
el 7 por ciento para los varones, produciéndose una leve
reducción en la brecha de género en este
aspecto.
Ingresos
«La dinámica de los salarios registrados fue muy diferente para los sectores privado y público en los últimos
meses. Mientras que para el promedio del sector privado tuvo lugar un incremento paulatino desde marzo
posterior a la brutal caída postdevaluación, en el caso del sector público no ocurrió tal recuperación, de modo
que los salarios continúan absolutamente deprimidos en su poder adquisitivo», afirma CIFRA. Así, en junio de 2024 el salario
real promedio del sector público se ubica 18,9 por ciento por debajo del nivel de noviembre de 2023, sin que se haya
observado un cambio sustantivo en los últimos cinco meses.
Dado que este proceso de caída salarial ocurre desde bajos niveles de remuneraciones, cuando se realiza una
comparación de mediano plazo se obtienen resultados muy negativos. El último dato del salario medio
registrado privado lo ubica 26,4 por ciento por debajo de noviembre de 2015 mientras que el salario público está
41,2 por ciento por debajo del nivel de ese momento.
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