7 de octubre de 2025

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Salto cambiario y bonos en rojo

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El mercado financiero atravesó una semana al rojo vivo. El combo de derrota electoral del oficialismo, creciente incertidumbre política y señales ambiguas desde el equipo económico detonó un fuerte salto del dólar y una liquidación masiva de activos financieros locales. El dólar oficial mayorista registró su mayor suba semanal desde la devaluación de diciembre de 2023: trepó un 7,2 por ciento o 98 pesos, y cerró este viernes en 1453 pesos. Se posicionó así a solo 1,3 por ciento del techo de la banda de flotación cambiaria impuesta por el Gobierno. En un clima de tensión creciente, las acciones y bonos se desplomaron con caídas solo comparables con momentos de crisis severas como 2019 o la pandemia.

En detalle, cerca del mediodía del viernes apareció en pantalla una venta puntual a 1472 pesos, justo por encima del límite superior, lo que alimentó rumores de intervención oficial para calmar la plaza. Sin embargo, desde algunas agencias de bolsa señalaron que el tamaño de esa orden no alcanzó para cambiar la tendencia, y que “el mercado siguió pagando hasta el cierre”.

En los dólares financieros la presión también fue importante. El MEP avanzó 1,2 por ciento hasta los 1468,46 pesos y el Contado con Liquidación (CCL) saltó 2,4 por ciento a 1481,12 pesos, superando la banda cambiaria. El blue, por su parte, escaló 15 pesos hasta los 1425 pesos.

El futuro del dólar también refleja expectativas de continuidad en la corrección: los contratos de dólar futuro proyectan un tipo de cambio mayorista de 1464 pesos para fines de septiembre y de 1605 pesos para diciembre, con un volumen negociado que fue equivalente a 1734 millones de dólares.

Acciones y bonos

El efecto post electoral fue demoledor para los activos financieros argentinos. En la semana posterior a la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, los bonos en dólares cayeron hasta 12 por ciento y el índice S&P Merval se hundió 17,6 por ciento en dólares.

El viernes no fue la excepción. El Merval cayó otro 2,5 por ciento en pesos y 4,8 por ciento en moneda dura, arrastrado por bajas generalizadas en acciones líderes como Metrogas (-5 por ciento), Transportadora de Gas (-4,7) y BBVA (-3,9). En Wall Street, los ADRs también sufrieron. Grupo Supervielle se desplomó 31 en la semana, seguido por BBVA (-26,9) y Banco Macro (-25,6).

Los bonos soberanos tampoco encontraron piso. El Global 2041 cayó 5,1 por ciento, el 2046 un 4,9 por ciento y el 2035 un 4,8 por ciento. En la semana, el Global 2038 lideró las pérdidas con una baja de 11,6 por ciento. Con este escenario, el riesgo país escaló y se acercó nuevamente a los 1100 puntos.

En el mercado encuentran distintas explicaciones al salto de la volatilidad. Por un lado, aseguran que el revés electoral del gobierno agrietó el escenario político y sembró dudas sobre la viabilidad de las reformas prometidas por el presidente Javier Milei.

Por otro lado, indican que la falta de señales contundentes desde el Ministerio de Economía —sumada a un recorte de tasas y medidas que apuntan a descomprimir la recesión— fue leída como un posible giro de rumbo, o al menos, una señal de pragmatismo que no logró calmar a los inversores.

“El mercado está errático desde las elecciones y la volatilidad llegó para quedarse hasta que se sepan los números de octubre”, explicaron desde una agencia de Bolsa. Se agregó que “La Libertad Avanza perdió por la economía. Bajó la inflación, sí, pero no alcanza si a cambio generás una recesión profunda”.

Además, esta semana el Gobierno vetó la ley de reparto de ATN, así como las leyes de Emergencia Pediátrica y Educativa, generando más tensión con los gobernadores y cerrando el margen para acuerdos políticos en el Congreso.

Uno de los focos de tensión más grandes se ubica en torno al uso de dólares del FMI para contener el tipo de cambio dentro de la banda. En el mercado se advierte que los  inversores empiezan a desconfiar de esta estrategia. “Si hay que pagar los vencimientos de 2026 con dólares propios, no tiene sentido quemarlos ahora. Si después de las elecciones se abandona la banda, podría haber un FX más alto, pero con menos presión sobre las reservas y menor riesgo país”, se mencionó.

Desde algunas consultoras de la city también remarcaron que los precios actuales de los bonos ya descuentan que el país no recuperará acceso al financiamiento internacional en lo inmediato. Sin embargo, aún conservan cierto valor, asumiendo que en el largo plazo se terminarán pagando.

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